He vivido, estoy viviendo, con intensidad y mucha emoción el Global Big Day del 2018, el evento de avistamiento de aves más importante del planeta. Una competencia singular y buena nota que en el caso del Perú nos está sirviendo como pretexto para agrupar a la cada vez más grande y bullanguera –en el buen sentido de la palabra- legión de pajareros y también de entusiastas del aire libre y la naturaleza.   

Retorné el domingo del estuario del río Grande, en la zona norte de la Reserva Nacional San Fernando con la sensación de haber sido partícipe de una revuelta ciudadana que, de proseguir el empeño y la buena nota con la que se organizó, podría cambiar el statu quo ambiental peruano, tan cargado de metidas de patas, voces melifluas y agresiones al por mayor a ese pedazo de la Gaia tan particular que nos ha tocado cuidar… y cuidamos tan a la ligera.

Digo que sigo viviendo la competencia con los dientes apretados y la pasión de un hincha por la blanquirroja porque el conteo de especies registradas en cada país que participó en el concurso del 5 de mayo que acaba de pasar vence hoy a las 11: 50 de la noche y según los reportes de la plataforma eBird la lucha por el primer puesto entre Perú y Colombia sigue intensa, reñida, peleada ave a ave.

Maravilloso, ¿no?. Cientos de peruanos, acaso miles, se movilizaron los meses, las semanas y los días previos al Global Big Day para registrar la mayor cantidad de aves que aletean por todo el país, un territorio biodiverso en exceso donde se han registrado 1858 especies diferentes de las más de diez mil que habitan la Tierra.

En la web de Corbidi, la institución que lideró el esfuerzo, la profusión de baners anunciando cada día la adhesión a la jornada aviar de grupos de ciudadanos dejando sentir su voz conmovían a cualquiera. En un país donde el movimiento pajarero, al decir del propio Fernando Angulo, uno de sus principales impulsores, aún está en pañales si lo comparamos con potencias como Colombia, Argentina o los Estados Unidos, ver tanto despliegue de entusiasmo y buena nota resulta un bálsamo, un respiro frente a las infinitas malas noticias que nos caen encima cada día.

Los “sí se puede” llegaban de todos lados: de Amazonas, Ica, Tumbes, Moquegua, Puno, La Libertad, Ayacucho, Huancavelica, Loreto pero también de Tournavista en Húanuco, el Parque Nacional Río Abiseo; la Zona Reservada Bosque de Zárate, las estaciones biológicas de ACCA en Wayqecha y Los Amigos; de Monte Potrero, en Padre Abad; de las Lomas de Cerro Campana, en Trujillo. De la Comunidad Nativa Yamino, en Ucayali, de la Reserva Nacional Allpahuayo Mishana.

Increíble, los pajareros de toda la república se agrupaban para ver aves en la Reserva Comunal Purús, allí donde el congresista Ushñahua quiere imponer sus trochas y carreteras; en el Parque Nacional Purús, en Sierra del Divisor, en la Reserva Comunal El Sira; en Celendín, Cajamarca, en Chuquintirca, Anco, provincia de La Mar. En Kosñipata, en la Trocha Catarata del Oso y en Cabo López.

En fin, el Perú profundo diciendo “podemos”, “otro mundo es posible”.

¿Ganarle a Colombia?

Posiblemente no lo logremos, Colombia es una potencia mundial en este ejercicio. Los colombianos nos llevan varios años de ventaja, suerte la de ellos. Lo ha comentado Angulo: el objetivo debería ser superarnos a nosotros mismos. Ser cada día más milicianos de la naturaleza y la vida para consolidar un movimiento, una masa crítica, que nos permita avizorar un mejor futuro. “El año pasado, lo cito, nos superamos en número de personas, de instituciones, de lugares con respecto al anterior”.

Por eso la estrategia que los Corbidi y allegados trabajaron este año se basó en el traslado de las coordinaciones a las propias regiones. Y este año todas, todas, tuvieron uno o más responsables.

Me tocó estar en Ica, lo he comentado, allí los responsables fueron Pablo Merino y Cristina Sihuas y se batieron, lograron cubrir las serranías del departamento (Chavín en las zonas altas de Chincha), los humedales del Pisco, la Reserva Nacional de Paracas, también la de Sn Fernando (gracias al esfuerzo del SERNANP), las islas Chincha y Ballestas, la campiña de Nazca y más.

En San Fernando logramos avistar al elusivo Fringilo apizarrado y se reportaron más de 60 especies en el estuario y el bosque ribereño que recorrimos con animosidad. Pero sin duda, la “cacería” mayor fue la de los cuarenta muchachos y muchachas que se ganaron a la causa. Cito de nuevo a Fernando: “Detrás de un pajarero queremos que allá un defensor de la naturaleza”.

Ese es el verdadero triunfo, en eso consistía el esfuerzo, seguir siendo más para poder construir el futuro que queremos.

Me quedo con el comentario de hace unas horas de Fernando Angulo, de retorno del río Los Amigos donde fue enviado, en la muy concurrida página Aves del Perú en Facebook: “Pajareros peruanos: ya nos ganamos a nosotros mismos, el objetivo de este Global Big Day ha sido superado. Tenemos al momento, 1392 especies versus las 1332 especies del 2017…Que increíble que ya estamos sobre nuestro record”.

Epílogo

Al momento de cerrar estas líneas 1451 especies habían sido ingresadas a la base de eBird y todavía nos quedan algunas horas por delante. De seguro, algunos grupos, por la lejanía o problemas de registro, aún no suben la data conseguida y puede haber sorpresas. Las estamos esperando con buenos ánimos, complacidos con la labor cumplida. Felices en ser parte de una comunidad activa y en crecimiento permanente.

“Con eso [se refiere Angulo a la tarea de subir la información que falta] podremos establecer el nuevo record de cuantas aves se han visto en Perú en un solo día y ponernos la barrera a superar el 2019. Creo que vamos MUY BIEN… Nuestra curva de especies registradas estos cuatro años va hacia arriba y no se detiene [1183 en el 2015; 1242 en el 2016; 1332 en el 2017 y 1451 hasta la madrugada de hoy]. Otros países han decaído en sus números con respecto al año pasado, pero nosotros no, cada año nos superamos a nosotros mismos”.

En fin, que el camino, que es largo, se siga transitando y que los que participaron en el Global Big Day lo vuelvan a hacer el próximo año. Todos hemos ganado, eso me queda claro, lo que toca ahora es festejarlo.

Y esperar las 11 y 59 de la noche. Misión cumplida.